10 dic 2024 Publicado en: Worker
Calzado antiestático, ESD o diélectrico, ¿cuál debo elegir?

En la industria, existen tantos tipos de calzado como días tiene el año. Siempre decimos que cada especialidad de trabajo requiere complementos específicos para garantizar la seguridad del trabajador.

El calzado antiestático es uno de los menos conocidos, a pesar de ser muy utilizado en ámbitos profesionales. En este artículo, te explicaremos qué es la conductividad eléctrica y cómo se clasifica el calzado de trabajo según esta propiedad.

¿Qué es la conductividad eléctrica?

Cuando hablamos de riesgos eléctricos en el trabajo, solemos enfocarnos en los riesgos asociados a la corriente eléctrica que atraviesa el cuerpo. Sin embargo, los peligros relacionados con la electricidad son variados e incluyen:

  • Electrocución, que ocurre al entrar en contacto con materiales bajo tensión.
  • Quemaduras, causadas por cortocircuitos.
  • Explosiones, que se generan debido a la acumulación de cargas electroestáticas que provocan chispas.

Para proteger al trabajador de estos riesgos, es necesario evaluar los riesgos específicos del puesto y determinar la conductividad eléctrica de los elementos de protección.

La conductividad eléctrica se refiere a la capacidad de un material para permitir el paso de corriente eléctrica a través de él. Esta propiedad depende de la estructura atómica y molecular del material, así como de factores externos como la temperatura.

Tipos de conductividad eléctrica

El calzado de seguridad presenta diferentes niveles de conductividad eléctrica. En este artículo, nos centraremos en algunos de ellos: el calzado conductor, el calzado antiestático, el calzado ESD (descarga electrostática) y el calzado dieléctrico.

Calzado conductor

El calzado conductor es un tipo de calzado de trabajo con una resistencia eléctrica baja, pero lo suficientemente alta como para permitir la disipación de cargas electrostáticas, reduciendo el riesgo de acumulación de estas cargas. Esto disminuye la posibilidad de explosiones e incendios.

Dado que la resistencia eléctrica es baja, se recomienda el uso de este calzado solo cuando se ha eliminado por completo la posibilidad de entrar en contacto con materiales bajo tensión. El calzado de seguridad con propiedades conductoras se rige por la norma EN ISO 20345: 2011.

Calzado antiestático

El calzado antiestático evita o reduce la acumulación de electricidad estática en superficies. Aunque esta electricidad estática en sí misma no es peligrosa, las chispas que puede generar sí lo son. El calzado antiestático tiene una resistencia eléctrica algo mayor que el calzado conductor.

El calzado antiestático reduce la probabilidad de chispas y proporciona protección contra descargas eléctricas peligrosas causadas por defectos en aparatos eléctricos con tensiones de hasta 250 V. Sin embargo, no se debe usar en trabajos que involucren electricidad, ya que tiene poca resistencia al paso de corriente y puede causar una descarga eléctrica.

Los materiales que suelen usarse por sus propiedades antiestáticas son el caucho y el poliuretano (PU). Los trabajadores que enfrentan posibles corrientes de fuga o que acumulan electricidad estática, como los sanitarios, necesitan usar calzado con propiedades antiestáticas.

Calzado ESD

El calzado ESD cumple con la norma EN 61340-4-3: 2005 y es similar al calzado antiestático, pero con una capacidad de disipación de cargas electrostáticas máxima. En profesiones como las relacionadas con circuitos impresos o salas blancas, donde incluso una pequeña carga estática puede ser peligrosa, se utiliza este calzado para desviar las cargas hacia el exterior.

Calzado dieléctrico

El calzado dieléctrico o aislante está diseñado para proteger a los trabajadores que operan con electricidad. Deben tener una alta resistencia eléctrica para evitar que la corriente circule a través del operario. Los ensayos se realizan sumergiendo el calzado en agua, el mejor conductor de electricidad, para garantizar el aislamiento total del calzado. Por lo tanto, solo las botas de agua de caucho o las botas con materiales poliméricos cumplen con esta normativa, regulada bajo la norma EN 50321.

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